Una de las primeras cosas que te aseguran cuando eres niña cercana a los 12 años, es que pronto sufrirás la menstruación, sangraras cada 28 días, estarás indispuesta, te dolerá, estarás molesta, histérica y triste.
Te lo dirá la familia.
Te lo dirán tus amigas.
Te lo dirá la publicidad...
Te dirán que todo eso te toca por ser mujer.
Hoy adentrada a los fantásticos veinti-pico, puedo verme y sentirme. Sacar conclusiones.
La realidad era que cercana al comienzo de mi ciclo, mi mente, mi cuerpo, mis ojos, empezaban a teñirse de un lente distinto, y poco a poco, un volcan de emociones, ideas, sensaciones y realidades temerosas comienzan a explotar y salir volando, y bailando. La idea del amor, y claro esta que si es amor es libre, revuela cada vez mas, como una mariposa que revive cada 28 días. Un estandarte con ideales de tamaños gigantescos, pero con forma de mariposa. Sutil y bonita volando contra el gigante.
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