miércoles, 16 de octubre de 2013

El placer de borrar la culpa, de borrar los nombres, de ser Yo sin ser antes la de nadie.



Descubriendo los mil sentires. 
Cada día es un ciclo.  
Un ciclo que comienza, comienza triste por la muerte del anterior. 
Llora.
Luego se piensa, se repiensa. 
Se ve de otros angulos. 
Cambia de etapa, lo entiende. 
Acepta sus propuestas, sus miedos, sus razones. 
Elige darse amor asi mismo, y entonces a todos. 
Elige no usar mas la palabra amor que tan maltrecha esta. 
Luego un mate.
Cuando el sol comienza a car, el dia danza, baila, escucha ritmos que desea escuchar, y danza para el, para ella. 
Casi llegando al final, se escribe, se explica, se desea y empapa un papel de deberes, de palabras, de autores, de quehaceres. 
De porques y de cuandos. 
De hacia dondes.
Llega la noche, piensa historias, fantasea, se rie un poco.
Los parpados pesan cada vez mas, y entre cada entre abrir de ojos, bosqueja y diseña  sueños que le gustaria soñar.
Se duerme. Termina el ciclo.